Stephen Downes ha publicado en uno de sus blogs un extenso trabajo titulado «The Future of Online Learning: Ten Years On», en el que pone al día las predicciones sobre aprendizaje en línea que él mismo realizó en 1998, hace ya diez años.
En resumen, puede decirse que Downes anticipa una «convergencia» de formas de aprendizaje, en la que lo digital irá impregnando la educación presencial, no sólo como complemento sino transformándola. La tendencia generalizada a la virtualización -favorecida por la extensión de los dispositivos portátiles y el acceso ubicuo a la red-, junto con el avance de los modelos pedagógicos centrados en el estudiante (p. e. el eportfolio), hará a su parecer que la educación salga paulatinamente fuera de las aulas e incluso fuera de los actuales entornos virtuales de enseñanza/aprendizaje, estructurados alrededor del aula y del curso como unidades conceptuales básicas. Las instituciones educativas se convertirían así en proveedoras de servicios y recursos, tanto físicos como virtuales, que el alumno integraría en su propio entorno personal de aprendizaje (personal learning environment o PLE) y gestionaría por sí mismo según sus intereses y necesidades.
Downes considera que un nuevo modelo educativo como el que postula, radicalmente diferente del actual, se acabará imponiendo entre otras razones porque resulta más económico y por lo tanto más sostenible y exportable.
...el aprendizaje en línea ofrece una alternativa más económica: pero sólo si se despliega utilizando prácticas que requieran menos mano de obra. Una mera réplica en línea de la experiencia fuera de línea no ahorra dinero; incluso leemos en algunos informes que resulta más cara. Si el aprendizaje en línea tiene que ofrecer una ventaja económica, se debe basar en la idea de que los estudiantes son capaces de asegurarse su propio aprendizaje usando los recursos proporcionados por sus educadores y ayudándose mútuamente por medio de redes colaborativas.
En resumen, puede decirse que Downes anticipa una «convergencia» de formas de aprendizaje, en la que lo digital irá impregnando la educación presencial, no sólo como complemento sino transformándola. La tendencia generalizada a la virtualización -favorecida por la extensión de los dispositivos portátiles y el acceso ubicuo a la red-, junto con el avance de los modelos pedagógicos centrados en el estudiante (p. e. el eportfolio), hará a su parecer que la educación salga paulatinamente fuera de las aulas e incluso fuera de los actuales entornos virtuales de enseñanza/aprendizaje, estructurados alrededor del aula y del curso como unidades conceptuales básicas. Las instituciones educativas se convertirían así en proveedoras de servicios y recursos, tanto físicos como virtuales, que el alumno integraría en su propio entorno personal de aprendizaje (personal learning environment o PLE) y gestionaría por sí mismo según sus intereses y necesidades.
Downes considera que un nuevo modelo educativo como el que postula, radicalmente diferente del actual, se acabará imponiendo entre otras razones porque resulta más económico y por lo tanto más sostenible y exportable.
...el aprendizaje en línea ofrece una alternativa más económica: pero sólo si se despliega utilizando prácticas que requieran menos mano de obra. Una mera réplica en línea de la experiencia fuera de línea no ahorra dinero; incluso leemos en algunos informes que resulta más cara. Si el aprendizaje en línea tiene que ofrecer una ventaja económica, se debe basar en la idea de que los estudiantes son capaces de asegurarse su propio aprendizaje usando los recursos proporcionados por sus educadores y ayudándose mútuamente por medio de redes colaborativas.
Fuente: http://cent.uji.es
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